Las certificaciones ambientales para las frutas de exportación se han convertido en parte de las exigencias de los consumidores alrededor del mundo, esto en parte por el cambio en sus hábitos de compra y las tendencias en el mercado, las cuales apuntan a estilos de vida más saludables, emocionantes  y comprometidos con el bienestar de la naturaleza.

A inicios del 2000, el auge de la tecnología fue calándose en casi todos los ámbitos del comercio, sin embargo, en los últimos años gracias a la aparición de las redes sociales y una modernización en el Marketing, los consumidores alrededor del mundo empezaron a exigir productos más orgánicos que les garantice un estatus saludable.

De acuerdo con información de la  Agencia de Mercados Intel , citada por la Promotora de Comercio Exterior de Costa Rica, Procomer, el 29 % de los lanzamientos de productos nuevos en el mundo contenían mensajes que apelaban a ingredientes naturales. Este indicador debe ser tomado en cuenta al exportar  frutas y así promocionar a los nutrientes y el  delicioso sabor de los productos tropicales.

3 ventajas de promover certificaciones ambientales para las  frutas de exportación

 

1.Productos comprometidos con la salud digestiva:

 

Las certificaciones ambientales para las frutas de exportación  o en productos de origen vegetal deben producirse en base a parámetros de calidad que garanticen a los consumidores en países extranjeros como Estados Unidos buena experiencia al ingerirlos y darles una sensación de plenitud.

2.Frutas que contengan la información necesaria para conocer su procedencia:

 

Aunque la mayoría de controles y regulaciones establecen la información que deben contener los empaques  productos, las certificaciones ambientales para las frutas de exportación permiten incluir otros datos ligados con sus orígenes y formas de producción, lo que brinda confianza a los consumidores al momento de comprar. Este punto también se relaciona con el compromiso de las empresas para apoyar al desarrollo sostenible de la comunidad (buenas condiciones de empleo y planes de reducción de pobreza).

3.Mayor competitividad para posicionarse en mercados internacionales:

De acuerdo con Procomer, Costa Rica había exportado $2,586 millones de dólares en concepto de  productos agrícolas. Los principales destinos fueron Estados Unidos, Bélgica, Holanda, Francia, Alemania e Italia.

 

Un dato que es importante mencionar es que Costa Rica había exportado entre enero y octubre de 2017, $21.6 millones de dólares en productos orgánicos, de los cuales la piña representó el 90 % del total.

 

A partir de las cifras anteriores, Costa Rica debe mejorar su competitividad de la mano de certificaciones ambientales que velen por frutas tropicales más limpias y saludables.

 

 

 

 

Si bien es cierto, Costa Rica ha dado pasos importantes para mejorar la competitividad de sus productos, aún faltan varios puntos en mejorar, uno de los ejemplos es promover las certificaciones ambientales para frutas de exportación en PYMES y fincas pequeñas. De acuerdo con el Estudio: Impacto Económico, Social y Ambiental de la piña en Costa Rica el 70 % de las fincas piñeras pequeñas cuentan con la certificación GLOBALG.A.P,  el 42 % certificación de Tesco Nurture y el 7% la certificación Rainforest Alliance.   

 

 

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