1

Deja que las piñas maduren por completo. Cuando comienzan a tener un olor intenso y dulce, los azúcares están concentrados y las piñas están listas para ser deshidratadas. Hacerlo antes de tiempo hará que las tajadas de piña sean amargas.

 2

Elimina la parte superior y la parte inferior de cada piña.

 3

Quita la cáscara dura y elimina los “ojos”.

 4

Corta cada piña en rodajas o trozos. Si prefieres deshidratar la piña en círculos, córtala horizontalmente en rodajas delgadas. Luego, retira el centro con un cuchillo de mondar. Si prefieres deshidratar la piña en trozos, córtala verticalmente separando la pulpa del centro duro y luego pícala en trozos delgados. Mientras más delgados sean, mejor se deshidratarán. Se secarán más rápida y uniformemente.

 5

Precalienta tu horno a temperatura baja. Para obtener mejores resultados, la temperatura ideal es de 70 grados Celsius. El proceso de deshidratación funciona mejor cuando se hace por un tiempo largo a baja temperatura.

 6

Cubre una o dos bandejas de horno con una capa de papel de horno. Usa tantas bandejas como quepan en tu horno. Coloca las bandejas en el horno precalentado. El proceso toma entre 24 y 36 horas.

 7

Haz una prueba para ver si la piña está lista. Si está gomosa y ligeramente flexible, está lista

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